sábado, 12 de junio de 2010

La vida que ellos enfrentan

Los motivos que llevan a los niños a la calle son muchos, pero un motivo central es jugado por las adversas realidades socioeconómicas en que viven millones de familias al nivel global y la desintegración de los lazos familiares. En América Latina, por ejemplo, muchos de estos niños nacen de madres solteras, pobres o abandonadas. La situación conlleva, además, abuso físico y emocional por parte de los padres, generalmente padrastros o padres de paso. Los niños escapan y toman las calles donde viven eventualmente con otros chicos con quienes forman unidades sociales jerárquicas y relativamente cerradas. Otro caso es aquel donde todos los hermanos huyen del hogar y viven juntos en la calle bajo el liderazgo del hermano mayor.

En Caracas muchos niños buscan sitios para dormir (las denominadas cuevas o caletas) donde la policía no habrá de molestarlos. Así mismo, los niños están expuestos a contraer enfermedades como afecciones respiratorias, de transmisión sexual y crecientemente SIDA. También sufren de desnutrición aunque no tan aguda como aquella que sufren los niños que viven en hogares pobres. A diferencia de éstos, los niños de la calle se benefician de su detallado conocimiento de la ciudad y de sus contactos y relaciones para conseguir alimento. En el caso de la prostitución, siempre está presente la posibilidad de embarazos no deseados y las complicaciones subsiguientes. Un problema adicional de salud que deben enfrentar los niños de la calle deriva de su adicción a las sustancias como la goma de zapatero, que les ofrece un escape de la realidad a la vez que les reduce el hambre.

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